FUNDAMENTACIÓN Y ANTECEDENTES

FUNDAMENTACIÓN

Los componentes fundamentales para el desarrollo de una Nación son los recursos humanos y la tierra. Respecto de esta, conocerla, delimitarla, analizar y establecer los derechos de propiedad, permite generar adecuadas políticas de desarrollo en un marco jurídico apropiado. Estos objetivos dieron origen al Catastro en Argentina.

La necesidad de conocer el Territorio con todos los elementos que lo componen y definen, se constituye en el objeto de estudio de la Agrimensura que, como profesión universitaria -de interés público-, se encarga de determinar sus características desde el punto de vista geométrico, jurídico y económico, aplicando un conjunto de operaciones que involucran conocimientos del mismo tenor. Es decir, determina sus límites de acuerdo a los derechos de propiedad que corresponden, a través de la operación fundamental de “mensura” y genera documentación gráfica que representa esa situación. Con estas herramientas el Estado establece políticas para ordenar el territorio y lo hace mediante el Catastro Territorial.

El aporte que realiza en este sentido el Catastro Territorial, permite al Estado conocer la realidad que administra, definir, ejecutar y evaluar la aplicación de políticas de gobierno adecuadas. Por lo tanto, es una herramienta indispensable para resolver cuestiones técnicas, administrativas, jurídicas, financieras, económicas, etc. En todos los niveles territoriales, la vinculación entre Catastro y Ordenamiento Territorial se hace imprescindible. En la práctica, a veces, parecen funcionar disociados.

La información recogida y almacenada en el sistema dependerá de la finalidad del Catastro, la cual debe tender siempre al desarrollo sustentable y la mejora del medio ambiente. Esta última parte resulta innovadora, dado que se integra al concepto del Catastro, y lo hace una herramienta de ayuda a la gestión y planificación del territorio que permita alcanzar el desarrollo sustentable (a lo que se apunta en cualquier ámbito territorial). Entonces, el Catastro deja de ser un mero inventario para pasar a ser una pieza fundamental de la gestión territorial.

ANTECEDENTES

A partir del cambio de paradigma instrumentado en el modo de gestión, por parte de las Direcciones de Catastro del país, éstas emprendieron la tarea de desarrollar un modelo de gestión catastral que brinde un servicio de calidad. Los nuevos Sistemas de Información Territorial (SIT) tienen como propósito integrar el universo de los datos existentes, disponibles en diversos formatos, en un mismo entorno, permitiendo un acceso remoto al conjunto de usuarios actuales y potenciales, y ofreciendo así un servicio de amplio alcance oportuno y eficiente.

Si bien existe un claro propósito de poner en funcionamiento los SIT, es real que las provincias y los municipios, en su gran mayoría, se encuentran frente a una desactualización catastral que se debe a varios motivos. Entre ellos, y en primer lugar la falta de recursos económicos; como también la falta de formación respecto a temas catastrales de los responsables y, por último, la ausencia de normativas para el correcto desarrollo de la actividad. La desactualización catastral, puede afectar a los recursos existentes (elementos organizativos), al modelo de gestión que se ocupa del manejo y tratamiento de los datos (elementos operativos) y a los datos almacenados propiamente dichos.

Otra situación que se observa, es la existencia de poco personal capacitado, ya sea para el manejo de información específica como para la gestión, que lleva a las mismas consecuencias. En algunos municipios, quizás la peor de las situaciones es la inexistencia de un lugar físico para llevar a cabo la tarea catastral, como también de los recursos humanos y de la voluntad política para su funcionamiento. Esto surge a partir de la falta de conocimiento acerca de los beneficios que trae aparejado la gestión pública del territorio. Tener un catastro actualizado, permite mejoras considerables en la planificación territorial, recaudación y administración, además de servir para establecer metas realistas y predecir resultados.

Cuando hablamos de desactualización tecnológica, nos referimos no sólo a lo vinculado a software e instrumental, sino fundamentalmente a la falta de capacitación y conocimiento para el manejo de las nuevas tecnologías. Generalmente, los componentes duros disponibles se encuentran actualizados, se cuenta por ejemplo, con computadoras capaces de soportar muy buenas opciones de software, sin embargo, no se le saca provecho debido al desconocimiento de esas herramientas.

De modo que el desconocimiento y la falta de capacitación constituyen una de las principales debilidades de las oficinas catastrales.

Por ende, lo que pretende esta Diplomatura es formar, con fuerte perfil práctico, funcionarios idóneos en la gestión catastral y en otros aspectos del manejo del territorio, tanto a nivel municipal como provincial, para el mejor logro de las funciones del estado; redundando en una mejor atención a usuarios, propietarios y profesionales, y su propio crecimiento personal, profesionalizando su labor.


Construyamos algo juntos.